Las ideas de Gustavo y Moncho retrasan lo inevitable, le llevan una serenata improvisada a Margarita para que no tenga la oportunidad de hablar con su prometido y terminar definitivamente su relación amorosa.
La noche transcurre como lo planearon y la hora de irse a dormir ‘El Gringo’ le dice a Moncho que no está cansado. El costeño se lo lleva de rumba a un bar y trata de convencerlo para que vea a otras mujeres con ojos de amor.