Gertrudis trabaja ahora con Josefita, al sentirse mal en la empresa de Felicito. Su esposo la busca y le pide que regrese, pero ella le reprocha el hecho de no sentirse valorada y que su marido esté empecinado en velar por Mabel y el hijo que viene en camino. El transportador no lo puede negar, para tristeza de su esposa.