El primer amanecer en Hanói: caliente, húmedo, pegajocito, el aire es como gris en la ciudad, con mucha bruma, así como se ve en las fotos y en los noticieros todo lo de esta región. Ya en el restaurante del hotel se sentía el calor que se nos venía encima por el resto del día. (Ver: [Fotos] la primera mirada a Hanói, capital de Vietnam )
Llegamos algo temprano y apenas estaban montando el desayuno. Entonces empecé a saludar a las señoras del restaurante, "Xin Chào" (hola) era lo único que sabía decirles en su idioma, entonces empecé con mi "fluido inglés" a pedirles unos huevitos con tomate, café americano, tostadas de pan, frutica como papaya, en fin, un desayuno rico para empezar un buen día. Hmmm hmmm "sorry? what? ah??"... hmmm no me entendieron nada de nada, entonces empecé a usar mi cuerpo para expresarles lo que quería y después de unos veinte minutos, ¡sí, 20 minutos! Logré que me sirvieran un pan blanco con unos huevos medio revueltos y un caldo... el caldo nunca ha sido mi mejor amigo al desayuno, pero pues pensé que "a donde fueres haz lo que vieres" y me fui de una a darle la oportunidad al famoso caldito vietnamita que se llama PHO.
Ver: Esta fue la primera comida que probó Iván en su llegada Hanói
Y les quiero decir que el famosísimo PHO es todo un levanta muertos, delicioso. Tenía obviamente sus buenos pedacitos de carne o de quién sabe qué flotando, pero yo los hice a un lado y me serví un PHO vegetariano. Aprendí a manejar esa cuchara panda que usan estos asiáticos, que hace que cualquier caldo dure eternidades, pero por algo será que la usan así plana, panda, todavía estoy investigando por qué les gusta complicarse tanto la vida para comer... que con palillos y con cucharas pandas... ¡y ni idea!
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Bueno, les cuento que el PHO me aclara un poco más el panorama gastronómico en este viaje. Creo que podría vivir apunta de PHO por unos buenos días. Así que al final no le hice el "fo" al PHO.