J.J. se presta para hacer caer a Toledo y que lo obliguen a revelar el sitio en el que está secuestrado el hermano del expresidente, pero aunque junto a Urrego logran que se revele su verdadera información, no da ninguna pista y la Fiscalía dilata el acuerdo de rebajarles sus condenas.
La abogada de J.J. es quien le da esa noticia, pues solo será efectiva su ‘buena intención’ si encuentran vivo a Gavilán.