Los niños son el futuro de nuestro país y nada mejor que explorar sus pasiones y talentos para que desde pequeños se encaminen en lo que más les gusta. Es por esto que, la música, el teatro, la escritura, entre otras expresiones artísticas, se convierten en la herramienta perfecta para que los niños descubran desde temprana edad qué los apasiona y cuál es el camino que más les beneficia tomar a futuro.
‘Academia de pasiones’ es una iniciativa con la que se espera impactar y apoyar la visión y el futuro de los niños, mediante la contribución y el fortalecimiento del desarrollo neuropedagógico de la población infantil. A través de espacios lúdico dirigidos a poblaciones vulnerables, se espera que los más pequeños puedan sacar su artista interior, desenvolviéndose en talleres de escritura creativa y teatral, danza, música, entre otros.
“Lanzamos seis cursos entre fotografía, escritura creativa, pintura, y fue tanta la acogida que en una semana llenamos los cupos que teníamos para este programa, lo que significa que nuestros niños en Colombia están llenos de pasiones y qué mejor que comenzar a impulsarlas y que los más pequeños sean felices con lo que más les gusta. De eso se trata la Academia de pasiones”, aseguró Mónica Giraldo Orozco, jefe de mercadeo global de nutrición y salud de la Compañía Nacional de Chocolates.
Ayudar a que los niños lleguen lejos: ese es el propósito que desde Chocolisto inspiró la creación de esta academia, como la forma de anunciar y establecer su compromiso con la niñez colombiana. Un propósito que integró además una importante alianza con la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y la Corporación PAN para darle vida a este proyecto con la rigurosidad, conocimiento, pero, sobre todo, cercanía que implica desarrollar, alimentar y potenciar las pasiones de niños y niñas en Colombia.
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‘Academia de pasiones’ comienza en Medellín, pero la idea es poder ampliar su cobertura a diferentes lugares del país, especialmente zonas rurales y ciudades principales.
“Actualmente tenemos por curso una capacidad de 15 niños máximo por profesor, esto es para garantizar que los docentes puedan tener un mejor manejo de cada taller, tenemos abierto por cada sede 15 niños de cada pasión para alcanzar a cubrir la mayor cantidad de niños posibles”, agregó Mónica Giraldo.
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El proyecto contó con la colaboración de los docentes de la Universidad Pontificia Bolivariana, quienes fueron los encargados de desarrollar las fichas de las síntesis de cada curso y a su vez serán los encargados de dictarlos.
“Desde la academia, estamos comprometidos con la formación y transformación de las nuevas generaciones. Desde nuestra experiencia formativa como Universidad, podemos afirmar que confiamos en el arte como gestor de la creatividad, escenario para el desarrollo de mentes despiertas y, sobre todo, como lugar de diálogo y aprendizaje práctico para la población infantil; concluyó Astrid Galeano de la Universidad Pontificia Bolivariana.