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FICCI: 'Señorita María' sorprendió con su presencia al final de la película

Muy emotivo fue el encuentro entre la protagonista de 'Señorita María', su director y productora, con el público que asistió al estreno en el FICCI.

Seis años duró tejiéndose 'Señorita María, la falda de la montaña', que llegó al público en medio de la edición número 57 del Festival Internacional de Cine de Cartagena. 

Los espectadores quedaron impresionados cuando al final de la película apareció en la sala de cine la verdadera María, aquella que abrió su corazón al director Rubén Mendoza, la productora Amanda Sarmiento y todo el equipo que estuvo detrás de este proyecto.

Con la sonrisa que la caracteriza, María recibió elogios del público, que la felicitó por su valentía, fuerza y resistencia. 

Rubén respondió a las preguntas de los espectadores y en medio de un emotivo discurso confesó cómo fue construir este documental, que llega a manos y ojos del público en medio del FICCI.

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"Esperé con mucha paciencia a la señorita María hasta que la encontré, me acerqué con cualquier excusa y pude hablar con ella", contó cuando le preguntaron cómo fue su primer contacto con la protagonista. 

Además, reveló que María se le escondió durante dos años, hasta que pudo demostrarle que su intención no era burlarse de ella.

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El público manifestó su admiración por la historia de María, una mujer de carácter fuerte, invencible, que ama a los animales, la tierra y sus creencias, con una fe que no conoce fronteras.

Sobre 'Señorita María, la falda de la montaña'

Boavita es un pueblo campesino, conservador y católico, incrustado en los Andes y detenido en el tiempo: entre las faldas de sus montañas vive la Señorita María Luisa. Tiene 45 años y nació siendo niño. Su vida esconde una amarga e inimaginable historia familiar, adobada con odio desde sus más profundas raíces, y cuyo chivo expiatorio es la Señorita, desde antes de pisar este mundo. Pero su poder se alimenta de esas mismas fuerzas, de la de los animales y la montaña. No ha habido oscuridad capaz de derribarla ni de eclipsarla.

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