Tres mujeres se acercan al puesto de comida en el que la abuela y Nevis venden sus fritos. De repente, se acercan al bebé que está en una hamaca y una de ellas emite unas extrañas palabras en un idioma desconocido, que aterran a Nevis.
Al final le advierten que lo cuide bien y le entregan una pulsera roja.