La desaparición y asesinato de 43 estudiantes en México ha revivido en la memoria de Thalía el sufrimiento que experimentó su propia familia y en especial su madre, Yolanda Miranda, durante el secuestro en 2002 de sus hermanas Ernestina Sodi y Laura Zapata, que casi provoca que enloqueciera.
"Mi familia vivió una situación de la violencia de mi país llamada de otra forma, secuestro. Lo sufrimos de primera mano. Vi a mi madre volverse loca durante el tiempo que mis dos hermanas estuvieron secuestradas. Entonces puedo entender, como madre de dos pequeños, lo que estas mujeres están sintiendo por sus hijos. Esa angustia, esa zozobra, esa rabia y ese coraje, no solo ellas, sino también sus padres, sus hermanos y sus amigos", aseguró la mexicana a la cadena CNN en Español.
Aunque no ha querido entrar a analizar las implicaciones políticas tras la desaparición y asesinato del grupo de jóvenes, Thalía ha expresado su apoyo incondicional a todas las familias afectadas haciendo hincapié en que la situación de inestabilidad que sufre México no es patrimonio exclusivo de su país.
"Esperemos que haya justicia. Esto es algo que no se puede cubrir ahorita rápido entre tú y yo, es un tema largo. Pero el mundo en sí está ahorita de cabeza política y socialmente, con enfermedades aquí y allá. Lo único que podemos hacer nosotros como intérpretes es dar ese rayito de esperanza y de luz, enseñar ese lado de la humanidad que es esperanza y amor y que demuestra que todavía hay algo bueno y rescatable", añadió.
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