La polifacética Vanessa Paradis ha decidido cerrar uno de los capítulos más amargos de su vida, tras su separación en 2012 del actor Johnny Depp después de 14 años de relación y dos hijos en común. Y para marcar dicha transición ha querido adoptar una nueva imagen, comenzando por desprenderse de su característica melena rubia y ondulada, una resolución que le ha ayudado a encontrar una nueva "energía" para sentirse más joven a sus 41 años. "Es cierto, me encuentro diferente. Es un cambio, pero sí que te da cierta energía, te hace sentirte más joven que vieja", explicó la actriz y cantante a la revista Porter. La francesa vive un momento de cambios tanto en el plano personal, donde se la relaciona con el estilista John Nollet -quien se cree que ha sido el artífice de su cambio de look-, como en el profesional, ya que se encuentra inmersa en un nuevo proyecto cinematográfico que la llevará a trabajar con Woody Allen en la película 'Fading Gigolo'. Pese a la polémica en la que se ha visto envuelto el cineasta neoyorquino en los últimos meses, tras las acusaciones de abuso por parte de su hija adoptiva Dylan Farrow, la actriz solo tiene palabras de alabanza para el director, que le ha dado la oportunidad de trabajar por primera vez en un proyecto enteramente en inglés en el que estará acompañada por Sofía Vergara y Sharon Stone. "Woody en un genio, no hay otra manera de expresarlo", recalcó. Sin embargo, Vanessa -que es madre de dos niños, Lily Rose (15) y Jack (12)- admite que en ocasiones le cuesta mantener la concentración cuando trabaja a las órdenes del director. "Mi personaje es muy serio, así que mientras Woody y los demás se divierten en el plató, yo estoy quitándoles piojos a los niños o repasando mi texto. Pero luego nunca acierto a decir mis líneas porque él no deja de improvisar. Y mientras, tengo que mantener la compostura, ser profesional y actuar en inglés", concluyó.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:19 p. m.