A sus 41 años la modelo Tyra Banks se muere de ganas de ser madre junto a su novio Erik Asla, pero hasta ahora la suerte no le ha sonreído por lo que ha tenido que recurrir a la fecundación in vitro.
"Cuando cumplí 40 la única cosa con la que no estaba contenta es que no tenía hijos. Pensaba: '¡Diablos, el tiempo pasa!'. Y cuando por fin te decides a hacerlo ves que te has hecho mayor y que ya no es tan fácil. He tenido momentos no muy felices con la fecundación in vitro, momentos muy traumáticos. A medida que te haces mayor es más difícil. No es algo que de repente ocurra", asegura Tyra en la revista People.
Tyra reconoce que lo que le llevó a retrasar la maternidad fueron sus compromisos laborales.
"Desde que tenía 24 años cada año decía: 'En tres años tendré hijos'. Lo decía una y otra vez. Pero como soy empresaria y no estoy a sueldo, yo misma tengo que hacer todo. Y me pasaba intentando encontrar tiempo para que eso ocurriera", afirma la maniquí.
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Pero pese a los problemas enfrentados, Tyra trata de mantenerse positiva y no pierde las esperanzas de conseguir su sueño.
"Espero [que vengan niños]. No solo quiero un hijo. ¡Quiero una camada! Y quiero ser el tipo de madre a la que su hijo pueda acudir para lo que sea", sentencia.
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