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El inconveniente de ser una de las invitadas a la exclusiva fiesta que el diseñador Roberto Cavalli organiza cada año en Cannes es que supone pasar toda una velada haciendo equilibrios sobre unos altísimos tacones en la aún más inestable cubierta de un yate. Pero puestos a tener que complicarse la vida, Rosario Dawnson decidió hacerlo a lo grande eligiendo un vestido con peplum y falda tubo en azul que seguramente lució toda la noche desde el mismo rincón del barco, más que nada por la imposibilidad de andar con dicho modelo .
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