Consciente de que su valiente decisión de hacer pública su condición sexual en 2010 le ha cambiado radicalmente la vida, Ricky Martin no ha querido disimular la ilusión que le produce el suceso que este viernes se celebra en todo el mundo: el día para salir del armario.
Este homenaje anual a todos aquellos que se enfrentaron a sus miedos para defender su identidad fue creado en 1988, un año en el que el artista boricua todavía sufría serias dudas sobre su sexualidad y que, a día de hoy, contrasta con la alegría que irradia al ser aceptado y admirado tal y como es.
"Felicidades a todos por el 11 de octubre, el Día para salir del armario. Os deseo mucha paz y que celebréis la libertad como yo lo he hecho", publicó el astro de la música en su perfil de Twitter.
Si el ídolo puertorriqueño no se hubiera animado a revelar su homosexualidad a su círculo cercano y después al resto del planeta, es más que probable que Ricky no pudiera disfrutar ahora de las bondades de su familia, compuesta por su compañero sentimental Carlos González Abella y sus mellizos Matteo y Valentino.
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Orgulloso de sus dos retoños como cualquier padre, el intérprete no duda en llevárselos consigo en todo viaje profesional que realiza por el mundo y, asimismo, en alardear en sus apariciones televisivas de cómo sus pequeños le brindan grandes satisfacciones a diario.
"Mis hijos se vienen conmigo allá adonde vaya, pero su residencia principal está en Nueva York porque es allí donde van al colegio. Van a un colegio francés que les ayuda a aprender este idioma, hablan inglés porque vivimos en Estados Unidos y también español porque es la lengua que hablamos en casa. Tengo suerte de poder decir que mis hijos hablan tres idiomas", confesaba un entusiasmado Ricky a la presentadora Ellen DeGeneres en su programa de la televisión estadounidense.
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Pocos meses después de convertirse en padre durante el verano de 2011, la estrella del pop decidió presentar públicamente a su unida familia a través de un reportaje fotográfico que proyectaba una gran estabilidad y felicidad en el entorno del artista, no solo por el amor incondicional que existe entre Ricky y sus dos hijos -fruto de un proceso de fecundación in vitro- sino también por la complicidad que mantiene con su discreta pareja, con quien lleva ya cinco años de relación sin que haya señales de boda por el momento.
"Con Carlos [González Abella] estoy viviendo momentos muy bonitos, de una complicidad y un entendimiento que me sobrecogen. A su lado me siento libre", se sinceraba el vocalista en una entrevista con Vanity Fair España.
Pero el largo camino de Ricky Martin hacia la plena liberación sexual no ha estado exento de obstáculos, dudas y miedos, una confusión en su interior que provocó que el cantante desplegara en su juventud una actitud hostil hacia los homosexuales y que, en el fondo, solo era un mecanismo de defensa para renegar de su verdadera naturaleza y sentirse aceptado por la sociedad.
"Solía mirar a los homosexuales y pensar: 'Yo no soy como ellos. No quiero ser así, ese no soy yo'. Me sentía completamente avergonzado de lo que era. Cuando todo el mundo te dice que sentir lo que sientes es una aberración, que la sociedad también lo cree y que la religión lo condena, tu autoestima se desmorona", desveló en una entrevista reciente con la edición estadounidense de la revista GQ, dejando muy claro que los años y su renovado amor propio han cambiado drásticamente su concepción sobre su sexualidad.
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Por: Bang Showbiz
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