Víctor Navarro, acordeonero de Penchy Castro, nos habló de su niñez, cuando pedía dinero en la calle a cambio de un verso o un toque de acordeón. La época en que se enamoró de lo que hace hoy en día. Unos años de los que se siente orgulloso y feliz de haber vivido.
Además, contó que su padre fue el que le enseñó a cantar y a tocar el acordeón, pero que lo puso a trabajar desde los seis años,
A los 14 años a Víctor le tocó salir a la calle a vender dulces, pero buscó otra estrategia para ayudarse con los pasajes.
El artista solo tiene palabras de agradecimiento y amor para su padre.
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