Aunque Paulina Rubio ha tenido que enfrentarse últimamente a una serie de problemas legales -las eternas disputas judiciales con su exmarido Nicolás Vallejo-Nágera y el conflicto con una promotora de espectáculos- lo cierto es que la mexicana puede presumir al menos de haber llegado este martes a los 43 años de vida sumida en una ilusionante historia de amor con el joven cantante Gerardo Bazúa.
Una buena muestra de la estabilidad que define su romance reside en la prematura celebración de cumpleaños que ambos protagonizaron recientemente en las costas de Miami -como publica el portal TMZ-, un escenario perfecto para que la pareja diera rienda suelta a su pasión a bordo del yate que posee la artista y, sobre todo, para recuperar el tiempo perdido por culpa de los últimos compromisos profesionales de la diva en Estados Unidos -principalmente su papel de jueza en la edición estadounidense de 'La Voz'.
Conscientes o no de la presencia de numerosos reporteros gráficos en las inmediaciones del muelle, la pareja no dejó de intercambiar besos y abrazos que, de alguna forma, desterraron definitivamente los rumores sobre una ruptura que algunos creían inminente.
No obstante, esta no es la primera vez que ambos se dejan ver este año en público, ya que el pasado marzo Paulina y su hijo Andrea Nicolás fueron testigos de excepción de las habilidades de Gerardo durante un festival de música tradicional mexicana que se celebró en Los Ángeles.
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Más allá de la solidez que caracteriza su ámbito sentimental, el aniversario de Paulina Rubio viene marcado por la nueva etapa profesional que, sin duda, culminará con la publicación de su nuevo disco de estudio el próximo mes de noviembre. Mientras tanto, la estrella de la música sigue dividiendo su tiempo entre la composición y producción de nuevos temas y la promoción de la nueva colección de complementos que ha diseñado para la firma estadounidense Just Fab.