La controvertida Miley Cyrus parece seguir esforzándose por permanecer en el centro de una tormenta mediática que gira en torno a su atrevido comportamiento en público, como demostró durante una reciente actuación en Londres al dedicar la primera canción de su recital, 'Wrecking Ball', a "todos los hijos de p*** que me han roto el corazón", añadiendo a continuación que un chico en particular podría "chupar su enorme p***a".
Sin embargo, ahora la estrafalaria artista se ha apresurado a aclarar en Twitter que tales declaraciones no iban dirigidas a quien fuera su prometido, el actor Liam Hemsworth -cuñado de Elsa Pataky-, además de justificar sus impactantes palabras con sus ganas de "alborotar al público" y con la energía que derrochaba en el escenario.
"Para vuestra información, lo que dije el otro día en mi espectáculo de Londres no tiene nada que ver con Liam. Solo intentaba revolucionar a los chicos y alborotar un poco a los fans", escribió la ex niña Disney en su cuenta de Twitter, para añadir acto seguido: "No suelo responder a lo que dicen los periódicos, pero no quiero que esto se extienda más. Pido disculpas por lo que dije porque sonó fatal y no era realmente lo que quería expresar. No quiero que se digan cosas malas sobre aquellos que me importan; vuelvo a decir que me emocioné demasiado y que me pasé de la raya", sentenció Miley en la red social.
La irreverente vocalista, quien también se dedicó a jugar con un pene hinchable durante su espectáculo en la capital británica, puso fin a su relación con el hermano de Chris Hemsworth el pasado mes de septiembre tras cuatro años de romance, y posteriormente se le ha vinculado sentimentalmente con el actor Kellan Lutz y con el rapero Mike Will Made It.
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Después de ofrecer sus explicaciones sobre su polémico concierto, Miley se desplazó hasta la ciudad de Glasgow (Escocia) para celebrar el 54 cumpleaños de su madre, Tish, y no dudó en compartir en la esfera virtual todo tipo de fotos que la retrataban bebiendo cócteles con su adorada progenitora.