Gracias a la perspectiva que otorga el paso del tiempo, el actor Michael Douglas -que actualmente está felizmente casado con Catherine Zeta Jones, madre de sus hijos Dylan (16) y Carys (13)- se siente capaz de reconocer ahora que no apoyó todo lo que debería a su primera esposa, la productora Diandra Luker -con quien estuvo casado de 1977 a 1995 y con quien tuvo a su primogénito, Cameron (37)-, al dar prioridad a su trayectoria en Hollywood por encima de su vida familiar.
"A lo largo de mi primer matrimonio estaba siempre demasiado ausente. Esta vez estoy mucho más involucrado en todo. Cuando nacieron Dylan y Carys, mi carrera ya estaba afianzada. Los dos quieren ser actores, y Catherine y yo les hemos visto sobre el escenario las veces suficientes como para saber que lo llevan en la sangre. Así que no me cabe duda de que muy pronto tendréis noticias de una nueva generación de Douglas. No me cabe la menor duda", reveló al periódico The Guardian la estrella de Hollywood, cuyo hijo mayor también aspira curiosamente a dedicarse al mundo de la interpretación tras ser puesto en libertad hace unas semanas después de siete años en la cárcel.
En su caso, al actor no le cabe ninguna duda de que su exmujer y él tomaron la decisión adecuada al finalizar su unión y no intentar retrasar lo inevitable únicamente por el bien de Cameron.
"Muchos matrimonios siguen juntos solo por los hijos. Pero si les preguntas a esos niños cuando son mayores, te dirán que cuando sus padres estaban juntos la tensión podía cortarse con un cuchillo y que al final el divorcio supuso prácticamente un alivio", reflexiona.
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Por: Bang Showbiz
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