La actriz Melanie Griffith está decidida a seguir adelante con su nueva vida sin más dilación y por eso ha decidido guardar en un cajón el anillo de casada que le acompañó durante casi 18 años -contrajo matrimonio con Antonio Banderas en el año 1996- antes de hacer acto de presencia en el Festival de Cine de Taormina (Italia).
Como publica el diario británico Daily Mail, hace solo una semana la intérprete se dejaba ver por las calles de Beverly Hills luciendo todavía la sencilla sortija que intercambió con el actor malagueño el día de su boda, aunque finalmente Melanie ha preferido deshacerse de una joya con un significado tan agridulce para disfrutar de su breve escapada a tierras sicilianas.
Su viaje a la pintoresca región italiana obedece principalmente a motivos profesionales -es una de las galardonadas por el certamen en honor a su contribución cinematográfica-, pero no cabe duda de que la ya exmujer de Antonio Banderas también encontrará tiempo para disfrutar de las atracciones turísticas de la zona en compañía de su amiga Eva Longoria -otra de las premiadas de esta edición-, lo que sin duda le ayudará a olvidar por unos días sus preocupaciones.
Más allá del reparto de su fortuna en común -valorada en 50 millones de dólares-, la mayor inquietud de la hija de Tippi Hedren por el momento es hacerse con la custodia de las tres mascotas adoptadas junto a Banderas.
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"Entre Antonio y ella, no hay duda de que Melanie está mejor preparada para ser propietaria de un perro. Además, sus pequeños significan mucho para ella", aseguraba recientemente una fuente al portal TMZ.