El último gran descubrimiento de Lily Allen (30) en materia de belleza es un gimnasio especial en el que los clientes son sometidos a estrictos regímenes que actúan como un "bótox natural" para combatir el paso del tiempo en el rostro. Para sacarle el máximo partido a cada sesión, la cantante ha contratado un entrenador personal que cobra 125 dólares la hora.
"Puesta a punto. Agotador", escribió Lily en su cuenta de Instagram junto a una foto de ella en el centro.
La amplia gama de ofertas a disposición de los clientes del gimnasio incluye desde un tratamiento de media hora -por un precio de 63 dólares- con calentamiento, cardio, tratamiento avanzado y estiramiento, hasta terapias más específicas para diferentes áreas como el cuero cabelludo, las cejas, las mejillas o la mandíbula.
"El Face Gym se basa en el principio de, si aceptamos como algo lógico ir al gimnasio para tonificar nuestro cuerpo, ¿por qué pensamos de modo diferente cuando se trata de nuestro rostro? El Face Gym va más allá de la piel. Nuestros entrenadores trabajan en profundidad con los músculos y sobre las zonas más problemáticas como los ojos, la papada o la frente", explica Inge Theron, fundadora de Face Gym, al periódico Daily Star.
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Lily se ha apuntado al centro solo dos meses después de cumplir los treinta para llevar un estilo de vida más saludable tras sufrir un colapso durante el festival de Glastonbury y tener que ser atendida por los paramédicos, aunque solo unos días después fue vista fumando un cigarrillo de aspecto sospechoso en el festival Wireless de Londres.
Por: Bang Showbiz
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