La tristeza y decepción que embargan a los aficionados mexicanos en las horas posteriores a la eliminación de su selección han sido ya claramente transmitidas por algunos de los rostros más conocidos de la cultura popular del país, pero ninguno de estos famosos ha sido tan vehemente y visceral al mismo tiempo como la polémica presentadora Laura Bozzo, quien no ha dudado en usar su perfil de Twitter para desahogarse sobre una derrota "injusta" que se debe, a su juicio, a una conspiración de la FIFA para poner el Mundial en bandeja a la anfitriona Brasil.
"¡Los holandeses son unos tramposos de mierda! El delantero holandés [Arjen Robben] admite que se tiró un clavado y el árbitro pitó penalti. ¿Qué tiene que decir la FIFA de esto? Pues nada porque es obvio, iban con Holanda y esto de los árbitros apesta", aseguró la estrella televisiva en su cuenta de la red social antes de dirigir su incontinencia verbal a la organización del campeonato y, de forma indirecta, a los principales favoritos para llevarse la victoria final.
"Está más que claro que todo lo del Mundial es arreglado para que gane Brasil, y no estoy hablando por hablar: Holanda ganó con trampa. México fue el mejor equipo pero de nada nos valió. ¿De qué sirve esforzarse tanto si los árbitros hacen lo que quieren y pitan penaltis inexistentes", reza una segunda reflexión cargada de indignación.
Aunque a estas alturas no resulta demasiado sorprendente que Laura Bozzo utilice un lenguaje más que cuestionable para luchar por todas las causas de las que se siente abanderada, su apasionada defensa de la actuación azteca en la Copa del Mundo también se explica como una forma de reivindicar el amor que siente por México y de celebrar la exitosa carrera que ha forjado dentro de sus fronteras.
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Afincada en el país norteamericano desde hace décadas, a la presentadora le cayó como un jarro de agua fría la recogida de firmas que se inició hace unas semanas para solicitar su expulsión del país y su extradición a su Perú natal, una iniciativa que además de tener tintes surrealistas y suponer una idea inviable, provocó un gran disgusto en la conductora que presume de ser "mucho más mexicana" que muchos de sus nacionales.
"Me molestó mucho que algunas personas quieran echarme del país, y más aún que montaran toda esa campaña para recoger firmas. No voy a nacionalizarme mexicana, pero tengo claro que esta también es mi casa y que me siento mucho más mexicana que algunos que no dejan de sembrar la discordia", revelaba al diario peruano El Comercio días antes de que tuviera lugar el encuentro futbolístico.
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