Desde que se convirtiera en esposa devota y madre de familia, la estrella televisiva Kim Kardashian ha rebajado notablemente su afición a organizar esas fiestas ostentosas y multitudinarias que la consagraron como la socialité por excelencia del nuevo milenio en el mundo anglosajón.
Tanto es así, que de cara a la inminente llegada del cumpleaños de su marido, el rapero Kanye West -llegará a los 41 años este viernes-, la celebridad ha revelado que optará por congregar a unos pocos amigos y familiares en su casa para disfrutar de una suculenta cena con la que rendir homenaje al músico en la más absoluta intimidad.
"Voy a planear una cena en nuestra casa, solo vendrán unos amigos y parte de la familia. Va a ser algo sencillo y muy íntimo", ha explicado la más mediática del clan televisivo en conversación con el portal de noticias 'Entertaiment Tonight', antes de insistir en que, pese a lo sobrio de la celebración, Kanye se merece este año más que nunca ser agasajado por los suyos con motivo de su gran día.
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Y es que, además de haberse pasado buena parte de los últimos seis meses encerrado en el estudio de grabación, en el que ha dado forma a su nuevo trabajo discográfico 'Ye' y a otros cuatro álbumes en los que ejerce de productor o principal colaborador, al controvertido intérprete le tocó nada menos que recoger buena parte del "desastre" que dejó como resultado la fiesta con la que su hija North y su sobrina Penelope celebraron conjuntamente, el pasado fin de semana, sus respectivos cumpleaños.
"Ahora mismo está en casa haciendo de niñera. Iba a venirse conmigo a Nueva York, pero él no puede estar aquí tantos días como yo. Y como al final se ha quedado en casa, le pedí que cuando se levantara al día siguiente se encargara de recoger todos los papeles y los adornos de la fiesta, porque la casa estaba hecha un desastre. Y así lo ha hecho", ha afirmado orgullosa.
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Por: Bang Showbiz
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