El vacío que Kim Kardashian dejó en las redes sociales y alfombras rojas después de ser víctima de un robo a mano armada en París tuvo en vilo durante casi tres meses a todos sus seguidores, poco acostumbrados a no ser partícipes de las aventuras de su ídolo en tiempo real a través de la esfera virtual.
Ahora la estrella de la televisión, que poco a poco ha ido retomando su vida social, ha hablado sin tapujos acerca de la razón que le llevó a aislarse del mundo: la ansiedad que sufre desde hace tiempo.
"Simplemente quería desaparecer durante una temporada. Tengo que hacer aquello con lo que me sienta más cómoda", ha confesado en su programa 'Keeping Up with the Kardashians'.
La recuperación de la celebridad tras el dramático atraco se complicó más debido a los problemas mentales de su marido Kanye West, que llevaron al rapero a ingresar en el hospital y cancelar varios conciertos después de que en uno de ellos comenzase a alabar de forma errática a Donald Trump, además de lanzar pullas e indirectas a Beyoncé, Jay Z y Drake.
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En el caso de Kim, los ataques de pánico han acabado por convertirse en algo habitual en su día a día, hasta el punto de que ya no se atreve a conducir su propio vehículo, como había revelado en el famoso reality de su familia antes incluso de ser maniatada en su apartamento de la capital francesa por una banda de ladrones que desvalijaron el lugar. Esa situación le llevó a recurrir a ayuda profesional hace tiempo, acudiendo a una terapeuta junto a su hermana Kendall Jenner, que padece parálisis del sueño, para tratar de solucionar sus respectivos problemas.
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