Desfilar para firmas tan prestigiosas como Chanel y Givenchy es mucho más importante para Kendall Jenner que el programa de telerrealidad que comparte con su afamada familia, 'Keeping Up with the Kardashians', y así se lo ha hecho saber a todos los miembros del clan después de que algunos de sus colegas de profesión en el mundo de la moda le aconsejaran que se alejara irremediablemente de las tentaciones televisivas.
"Varias personas que conocen bien este negocio han advertido a Kendall sobre el hecho de que su presencia en la pequeña pantalla podría dañar su carrera como modelo", aseguró una fuente al periódico Daily Mail.
Aunque Kendall está actualmente sujeta a un contrato que le obliga a seguir formando parte del formato televisivo hasta el final de la presente temporada, la nueva promesa de las pasarelas internacionales ha decidido no extender su vigencia un año más y terminar así con su aventura en la industria del entretenimiento.
"Tenía la opción de negarse a participar en nuevas temporadas del programa, y eso es justo lo que ha hecho", añadió la misma fuente.
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Parece que el imperio televisivo forjado por la matriarca de la familia, Kris Jenner, no disfrutará en el futuro de la misma continuidad por culpa del rechazo que está recibiendo por parte de las nuevas generaciones, teniendo en cuenta que hace unas semanas el único hermano varón, Rob Kardashian, quien ni siquiera asistió a la reciente boda de Kim con el rapero Kanye West por sus desencuentros con algunos parientes, expresó también su negativa a seguir apareciendo en el programa.
"Rob siente que el reality show ha arruinado a su familia y que su madre solo piensa en cuál será la siguiente gran oportunidad para sus hijas. Toda esta presión ha hecho que Rob haya ganado mucho peso en los últimos tiempos. Aunque ha estado haciendo algo de ejercicio, sigue teniendo unos hábitos alimenticios muy nocivos y, además, se siente muy solo", aseguró una fuente al portal Radar Online.
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