Esa cara de Karlie Kloss no es precisamente de felicidad, sino de "no os podéis imaginar lo que pica esta capa de plumas". Pero bueno, al menos a ella no le tocó desfilar con uno de los temidos sujetadores repletos de pedrería de la que se clava hasta el alma.
Actualizado: febrero 05, 2016 06:31 p. m.