Aunque los escándalos no son ajenos a la figura del ídolo juvenil, parece que Justin Bieber tuvo que afrontar la semana pasada la consecuencia de uno de sus múltiples encontronazos con la ley, más en concreto, su decisión de viajar con su mono Mally a Alemania en marzo de 2013, sin ocuparse antes del papeleo necesario ni cumplir con todos los trámites veterinarios y las vacunas.
El desembarco ilegal de su mascota en suelo alemán provocó las iras de las autoridades del país, ante lo cual Justin eligió abandonar al simpático primate en lugar de facilitar a los agentes aduaneros los documentos necesarios, una decisión por la que ahora ha tenido que pagar 10 700 dólares para cubrir la multa por viajar con un animal indocumentado, además de los gastos de la estancia de Mally en un albergue animal, según informa el Bundesamt für Naturschutz [agencia federal alemana para la conversación de la naturaleza].
En la actualidad, la mascota del artista reside en un zoo en el norte de Alemania.
Pero los problemas de Justin con los controles de aduanas no parecen limitarse a su efímero apego por sus mascotas, ya que su séquito ha sido acusado de intentar sobornar a una oficial del control fronterizo canadiense.
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Al parecer, la agente ha sido despedida tras aceptar varios pases de acceso ilimitado a los conciertos de Justin -valorados en 10 000 dólares- a cambio de dejar entrar en el país a varios acompañantes del artista con antecedentes penales, según informa el portal TMZ.