La cantante Jennifer Lopez se llevó el pasado sábado el susto de su vida cuando un conductor borracho chocó contra la parte trasera de su vehículo en la carretera de la costa del Pacífico (California) mientras estaba detenida frente a un semáforo en compañía de su amiga Leah Remini. Sin embargo, en lugar de dejarse dominar por el pánico, el primer instinto de la cantante fue "luchar" por la vida de sus mellizos Max y Emme (6) y de Sofía (10), hija de Leah.
"Todos estamos bien, un poco asustados todavía. Cuando alguien choca contigo por detrás de esa manera, te da la impresión de que una roca o algo así ha caído sobre el techo del coche. Tenía muchísimo miedo de que les hubiese pasado algo a los niños. En una situación así siempre te dicen que o bien peleas, o te quedas paralizada o sales corriendo. Pues bien, yo no me quedé paralizada, luché, y no intenté marcharme. Le dije: 'Hay niños en el coche. Hay tres niños en el coche. ¿Qué es lo que te pasa?'", aseguró Jennifer a Extra.
La propia Jennifer se encargó de anunciar a través de las redes sociales el pequeño accidente en el que se había visto involucrada y de aclarar que tanto ella como sus acompañantes habían salido ilesos.
"Esperando en un semáforo, pasándomelo de miedo en el coche hasta que un maldito borracho chocó contra la parte trasera de mi nuevo coche. Gracias a Dios que todos estamos bien", reza el mensaje que la diva del Bronx compartió con todos sus admiradores el pasado domingo en Instagram.
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