La decisión de J Balvin de no actuar en el concurso de belleza Miss USA después de que su entonces dueño, el empresario estadounidense Donald Trump, hiciese una serie de comentarios ofensivos sobre los inmigrantes mexicanos terminó de ayudarle a hacerse un nombre en el competitivo mercado musical anglosajón. Sin embargo, el colombiano -que fue una de las primeras estrellas que condenó el discurso de Trump- afirma que su gesto no tuvo nada que ver con el marketing.
"Tomar la decisión me llevó dos segundos, no fue en plan: 'Voy a ponerme a hablar de este tipo y a ver qué pasa, si es para bien o para mal'. No, fue algo personal, como ser humano sentí que me faltaban al respeto. No tuvo nada que ver con que sea artista. Sencillamente hice lo que quería porque lo que dijo me hizo sentir mal. Lo hice de corazón. Pero sí que me sorprendí cuando empecé a ver las noticias. Se convirtió en algo muy grande. No esperaba que nadie comenzase a seguirme. Únicamente hice lo que quise", explica el colombiano al periódico Miami Herald.
Curiosamente Balvin nunca ha estado interesado en la política, y sus críticas hacia Trump fueron un impulso puntual que nació de su indignación al verle realizar comentarios "racistas".
"No me interesa la política. Pero eso no iba de política, era racismo. Mi generación comprende eso, y hablar de forma racista no está bien. No juzgo a nadie. Lo único que juzgo es la manera en que dijo lo que dijo. Estoy al corriente de lo que sucede, sé que tenemos problemas con las drogas y la violencia. Pero no debería representársenos con una sola cosa".
Publicidad