Nadie se atrevería ahora, pero en su época de colegio Henry Cavill fue el blanco de las burlas de sus compañeros, que no aceptaban ni su sobrepeso ni que fuera un niño con "ambiciones".
"Como estaba gordo y tenía ambiciones era el objetivo número uno para los líderes de cada grupo", cuenta Cavill, de 32 años, en el periódico The Sun.
Ahora, ya convertido en actor de éxito, disfruta ignorando a aquellos que le hicieron sufrir de pequeño.
"He tenido un par de momentos incómodos, como cuando vi a uno en una sala y deliberadamente le ignoré. Realmente lo disfruté. No paraba de mirar, tratando de establecer contacto visual, y yo le ignoraba. Fue divertido porque parece que sigue siendo un gilipo****", afirma el actor británico.
Publicidad
Pero ser un actor envidiado por el resto tiene males menores, como tener que renovar el armario a menudo, en función del papel que estés interpretando.
"Me compro ropa nueva cada año. Estoy más grande que cuando hice la primera película de Superman ['El Hombre de Acero'] y no quepo en los mismos trajes de entonces. Sin embargo, cuando grababa 'The Man From U.N.C.L.E' estaba más pequeño. Es un cambio constante de tallas y formas", explicaba en la revista ShortList.
Publicidad