Entre su trabajo humanitario y sus labores como productor, el actor Gael García Bernal quiere dedicar el poco tiempo libre que le queda a disfrutar de sus hijos Lázaro y Libertad -fruto de su fallida relación con Dolores Fonzi- y por eso selecciona muy cuidadosamente sus papeles en el cine.
"Elijo [mis proyectos] en función del tiempo que tengo. Quiero estar con mis hijos, dedicarme a mi vida privada. Puede sonar trillado, pero le doy mucha importancia a la vida afectiva", confesó el intérprete en una entrevista al periódico La Nación.
La importancia que Gael da a permanecer cerca de los suyos se debe en parte al consejo que recibió en su día del escritor portugués José Saramago, quien le ayudó a abrir los ojos y a darse cuenta de lo afortunado que era por contar con una amplia familia.
"Hace unos años, José Saramago vino a Guadalajara [México] para una lectura conjunta de sus textos que hicimos en la Feria Internacional del Libro. Fue muy divertido porque yo nací ahí y tengo una familia gigante viviendo en la ciudad. Saramago los conoció y se divirtió muchísimo. Mis parientes son ruidosos, extrovertidos; era un contraste muy fuerte con ese portugués mesurado y silencioso. En un momento se me acercó y me dijo: 'Serías un imbécil si te perdieras esto'", explicó.
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Como padre, Gael reconoce que es muy nervioso y no puede evitar preocuparse por sus pequeños en todo momento.
"Ser padre me ha cambiado a tantos niveles que todavía no me he puesto al día con ello. Han pasado un montón de cosas, y todo ha sido para mejor. Como padre, soy muy nervioso y no paro de preocuparme, pero me reconforta el hecho de que ellos cuentan con su propia subjetividad, cosa que yo no tengo. También tengo que recordar que han nacido en una época diferente. Su mundo está mucho mejor conectado que el mío cuando estaba creciendo y, siendo sincero, mis hijos están haciendo cosas que me gustaría haber podido hacer a mí", confesaba el mexicano durante una entrevista al periódico The Guardian.
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