El marido de Isabel II, Felipe de Edimburgo, fue trasladado de urgencia al hospital londinense King Edward VII en la noche del martes como medida preventiva tras sufrir ese mismo día una infección que, según el comunicado emitido este miércoles por el palacio de Buckingham, se ve ligada a una dolencia que venía arrastrando desde hace tiempo.
"El duque de Edimburgo ha sido ingresado en el hospital King Edward VII de Londres este martes como medida de precaución, y para tratar una infección derivada de una condición médica preexistente", reza parte del escueto mensaje que el portavoz de la casa real ha difundido entre los medios de comunicación.
Pese a este enésimo bache de salud, el estado físico del príncipe, de 96 años, es favorable y, como se desprende de la misma nota, este se encuentra por un lado "animado" y al mismo tiempo "decepcionado", ya que se ha visto obligado a cancelar algunos de los compromisos que tenía programados en su agenda antes de retirarse definitivamente de la vida pública en octubre.
"El príncipe Felipe se encuentra muy animado, pero también decepcionado al tener que perderse la próxima apertura de Parlamento y la competición [ecuestre] de Ascot", contiene el mismo comunicado.
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Por su parte, la longeva monarca cumplirá de forma escrupulosa con todas las obligaciones de representación que tiene fijadas para los próximos meses y, en sustitución de su marido, contará con la presencia de su hijo Carlos en todos estos actos. De esta forma, la maquinaria monárquica seguirá funcionando sin interrupciones al margen de que madre e hijo vayan a estar en todo momento informados de la evolución del duque.
"El príncipe de Gales acompañará a la reina en la apertura del parlamento y en el segundo día de las carreras de Ascot. Su majestad mantendrá inalterable su agenda y acudirá a la inauguración de Ascot esta misma tarde [miércoles]. Será informada continuamente de los progresos del príncipe", concluye el comunicado.
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Por: Bang Showbiz