De pequeño, el gran sueño deÉdgar Ramírez no era convertirse en la estrella de cine que es hoy en día. Lo que el actor quería era convertirse en diplomático, como su padre, o en periodista político, aunque finalmente el gusanillo de la interpretación le mordió cuando era un veinteañero.
"En un principio pensé en convertirme en diplomático, como mi padre, o en dedicarme a la sociología, y al final acabé estudiando periodismo político. Nunca acudí a una escuela de interpretación y trabajaba en los medios de comunicación. Después de tres años haciendo eso, decidí probar suerte como intérprete, a pesar de que podía ser ya demasiado tarde. Tenía ya 24 años, estaba cerca de cumplir los 25. Y sin embargo, no puedo quejarme", explica Édgar en una entrevista con el portal francés Comme Au Cinéma. La infancia de Édgar se desarrolló entre viajes alrededor del mundo que le permitieron conocer "culturas y personas diferentes", una circunstancia que le hace sentirse muy afortunado.
"Mi padre era diplomático y viajábamos mucho cuando era pequeño. Recibí la mejor educación que mis padres pudieron costearme: eso es todo un privilegio en este mundo y es algo por lo que les doy las gracias todos los días".
Por: Bang Showbiz
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