El exjugador sabe la presión que conlleva dedicarse a un deporte tan exigente como el fútbol, y mucho más si tu padre se llama David Beckham. Por esa razón teme lo que esto pueda suponer a sus retoños, Brooklyn (15), Romeo (11) y Cruz (9), quienes juegan en las categorías inferiores del Arsenal.
"Sienten un poco la presión. Yo no diría que les esté afectando pero el otro día Brooklyn me dijo que al salir al campo los niños estaban diciendo que iba a ser el mejor, que iba a ser genial. Pero si juega mal un día, si hace algo mal, oirá a los otros niños. A los dos más pequeños no les importa, especialmente al menor. Piensa que es el mejor porque tiene dos hermanos mayores contra los que está compitiendo", contó al periódico The Daily Telegraph.
Beckham dejó el fútbol profesional el año pasado y aunque fue duro para él aceptar que ese momento había llegado, reconoce estar disfrutando mucho más de su familia.
"Si alguien me hubiera preguntado qué tenía pensado hacer cuando me retirara, hubiera contestado que llevar a mis hijos al fútbol, ir a todos sus entrenamientos, verles. Ser parte de sus vidas. No es que no lo fuera antes, pero con mis obligaciones había ciertos partidos a los que no podía ir o ciertas cosas que me perdía. Odiaba eso. Es una de las razones por las que me retiré. Ahora soy un taxista. Literal. Estoy al volante desde las 7 de la mañana hasta las 9 de la noche. Es lo que estaba buscando hacer tras retirarme", añadió.
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