Además de la llamativa imagen que protagonizaron la semana pasada Barack Obama y el príncipe Enrique de Inglaterra al dejarse ver en las gradas del pabellón donde se disputaba un partido de baloncesto en silla de ruedas, uno de los muchos eventos deportivos que conforman los llamados Juegos Invictus que se celebraron en la ciudad de Toronto; el encuentro entre el expresidente de Estados Unidos y el promotor de semejante iniciativa podría dejar ahora otros titulares más relacionados con la vida sentimental del segundo.
Y es que, como asegura uno de los afortunados asistentes que pudo sentarse a escasos metros del nieto de Isabel II, el predecesor de Donald Trump en la Casa Blanca no tuvo reparo alguno a la hora de preguntar a su acompañante sobre los entresijos de su relación sentimental con la actriz Meghan Markle, con la que Enrique acudió a otras competiciones al tiempo que brindaban a la prensa las primeras imágenes oficiales de la enamorada pareja.
Mira también: ¿Listo para comprometerse? El príncipe Harry le regala un anillo a su novia
"Obama le hizo varias preguntas a Enrique sobre Meghan, y este no dudó en comentarle que habían ido a ver el tenis juntos. El expresidente quiso saber si Enrique se lo estaba pasando bien con ella en los Juegos, y este le respondió que sí con una amplia sonrisa en el rostro. Se le veía muy feliz y satisfecho", ha revelado el informante al diario británico Daily Mirror.
Publicidad
Al margen de las muchas alegrías que les ha proporcionado a ambos su mediática historia de amor, así como de los rumores que apuntan que el anuncio de un compromiso matrimonial entre ellos es inminente, cierto es también que Meghan ha perdido en los últimos meses el margen de maniobra del que disponía antes de hacerse oficial su vínculo sentimental con el que fuera el nieto más díscolo de la reina Isabel II.
"A Meghan se la ve mucho menos que de costumbre por el barrio. El viernes pasado estuvieron los dos aquí, y puedo decirte que cada vez que Enrique viene de visita, la calle se llena de policía y de guardaespaldas. Entran directamente en casa y no se les ve salir en ningún momento", aseguraba una vecina de la intérprete canadiense, que reside en Toronto, al diario Daily Mail.
Publicidad