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A pesar de su amplia carrera en el teatro y en el cine, Demián Bichir no pudo evitar ponerse nervioso antes de trabajar codo con codo con una leyenda de la talla de Samuel L. Jackson en 'Los odiosos ocho' ['Los 8 más odiados' en Latinoamérica]. Sin embargo, la estrella de Hollywood se encargó de tranquilizarle utilizando una técnica muy curiosa: abrazarle entre toma y toma.
"Era muy emocionante, porque cada vez que hacíamos una toma y decían: '¡Corten!', se acercaba y me daba un abrazo. Esa es la mejor manera de crear confianza en tus compañeros actores cuando te tienes que enfrentar a un monstruo [de la interpretación] de esa naturaleza", explicó Demián en una entrevista a CNN en Español.
Entre los dos actores surgió una bonita amistad a raíz de sus conversaciones sobre teatro, una pasión que ambos comparten.
"Sam y yo conectamos a través del teatro, curiosamente, en los ratos libres hablábamos mucho de eso porque él también viene del teatro y yo crecí en él, y por ahí terminamos de conectar", confesó el mexicano.
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Además de un sinfín de alabanzas a su trabajo, Demián también se ha llevado de su participación en la cinta de Quentin Tarantino una nueva "familia" con la que habla a diario desde que concluyó el rodaje.
"Algo muy raro que ha pasado, que no me había pasado ni siquiera con una película mexicana, es que después de terminar el rodaje permanecemos en contacto a través de un pequeño grupo donde nos texteamos y nos mandamos fotos y vídeos todos los días, desde que estábamos filmando. Se creó una familia muy unida, estrechamos lazos de una manera muy especial".
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