Una de las condiciones que deben cumplir los invitados a las famosas cenas de Antonio Banderas es renunciar a sus teléfonos móviles en el momento en que crucen la puerta de su casa, ya que nada molesta más al actor que estar sentado a una mesa donde los comensales no se prestan la debida atención.
"Prohíbo a toda la gente que viene a mi casa que utilicen sus móviles mientras cenamos. Puedes tener seis invitados y seguramente en algún momento todos ellos estarán tecleando al mismo tiempo. Siempre les digo: 'Hola chicos, ¡estoy aquí mismo! Esto es una locura'. Me compré mi primer móvil hace tres años, y ni siquiera lo tengo conmigo hoy. Lo he dejado en casa. El frenético ritmo de vida de hoy en día me produce cierto miedo", explicó el malagueño al periódico Metro.
Otro de los artilugios que tampoco soporta el intérprete son los palos de selfies, que desde su punto de vista resultan tan "peligrosos" como vulgares.
"El palo para hacerse selfies, ese fue el objeto de moda las pasadas Navidades en España. ¡Son muy peligrosos y muy raros para el ego! No somos conscientes de cuáles serán las consecuencias de este festival de la tecnología en el que vivimos".
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