La actriz Elizabeth Hurley (50) no está en un momento de su vida en el que pueda comer todo lo que quiera, por lo que debido a su poca fuerza de voluntad para ir al gimnasio frecuentemente, se dedica a pasear con sus mascotas por su casa de campo en Gloucestershire (Inglaterra) para cuidar la línea.
"Desearía ir al gimnasio más a menudo, pero no lo hago. Cuando estoy en el campo, me voy a dar largos paseos con mis perros y no paro. Pero no puedo comer una caja de donuts cada vez que me apetece, lamentablemente", cuenta a la revista Star.
Elizabeth -madre de Damian (13), fruto de una relación pasajera con Steve Bing- satisface sus caprichos de vez en cuando, pero trata de no consumir muchos dulces porque sabe lo difícil que es bajar los kilos de más.
"La belleza y la salud están conectados indudablemente. Me he preocupado por comer sano desde que me convertí en madre. Como dulces, pero soy consciente de lo agotador que es perder peso si engordas", añade.
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