"Estoy muy bien [en el amor]. Soy transparente y me juré no esconder nada. Sobre todo en el amor. El amor hay que celebrarlo. Estoy analizando una situación que se me está dando en la vida que es muy interesante y en un mes quizás pueda decir: 'Voy a abrir la puerta o, ¿sabes qué?, mejor no'. Decido con calma, paso a paso y me gusta donde estoy", confiesa el portorriqueño a la revista argentina Caras.
La vida de la estrella de la música dio un giro radical cuando decidió reconocer públicamente su homosexualidad en 2010, un valiente gesto que le permitió encontrar finalmente la paz interior y la calma, aunque en ocasiones todavía atraviesa momentos "oscuros".
"La meditación te acerca a tu espíritu y a Dios. Y es lo que me ayuda. Cuando por la mañana no me despierto bien, o pienso en cosas feas, pienso que ya pasará. Hay mañanas oscuras y también hay mañanas muy bellas", reconoce.
Ahora, cada vez que se siente sobrepasado por las circunstancias piensa en sus hijos, Matteo y Valentino, y eso, combinado con la meditación, le da fuerzas para continuar.
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"Los veo y me digo: 'No hay opción, tengo que estar bien'. Y cuando siento incertidumbre, inseguridad y esas sensaciones que pueden llevarte a un lugar más oscuro, paro y caigo en posición de loto. Mis viajes a la India me dieron muchísimo, conocí con mi gurú lo que es el silencio y sé que tengo herramientas. Encontrar el silencio en el caos, en la euforia, es muy bueno. Aunque hay muchas cosas aún que tengo por resolver", añade a la publicación.