“Yo era chiquito, menudito, lánguido. Era el menor del salón. La vena por la expresión gráfica empezó desde muy niño, en el colegio, cuando los grandes empezaron a matonearme yo aprendí el arte de la defensa a través del dibujo. Los pintaba narizones, dientones, babosos y eso me servía para ridiculizarlos”.
¿Cómo entró a La República? Vladdo narra su experiencia y concluye que “ese día los planetas estaban alineados”. Escuche su historia.
“Creo que hubo un punto de quiebre cuando de Semana me llamaron para hacerme una entrevista por un rifirrafe que tuvo con El Tiempo”, continúa Vladdo.
Vea completa la entrevista.
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