Las comparaciones con su hermana Cara no son el único obstáculo al que ha tenido que enfrentarse Poppy Delevingne a la hora de labrarse un nombre como actriz, ya que su pasado como modelo también ha supuesto un gran inconveniente a la hora de ganarse el respeto de la industria de la que tanto desea formar parte.
"Creo que aún existe un estigma muy grande. Me parece que demasiada gente cree que estas dos profesiones van de la mano, y que si has sido modelo puedes dar el salto sin problema a la actuación, pero así no es como funciona. Tienes que demostrar tu valía frente a los directores de casting, los cineastas, los productores...", explica la aspirante a actriz en una entrevista a la BCC.
Al igual que su hermanísima, el deseo de Poppy siempre fue dedicarse al mundo de la interpretación, pero la vida tenía otros planes reservados para ella: convertirla en una de las it-girls más conocidas del mundo y abrirle de par en par las puertas del mundo de la moda.
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"En mi caso la actuación siempre había sido mi gran pasión, pero de alguna forma acabó quedando de lado. Ahora ha vuelto a reavivarse. Ha sido como empezar una nueva carrera a los 30, lo cual resulta raro. Cada vez que estoy actuando me siento igual que si fuera el primer día de clases".
Pese a su fama previa, a Poppy -que ya ha participado en filmes como Kingsman: El círculo dorado' o 'El rey Arturo: La leyenda de Excalibur'- no le resultó sencillo conseguir su primer papel.
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"Cuando cumplí los 28 decidí que ya era suficiente, que no estaba dedicándome a algo que me hiciera feliz y fue entonces cuando empecé a centrarme en la actuación. No conseguí ningún trabajo durante un tiempo, pero a los 29 o 30 por fin comenzaron a llegar cosas".