Tiburcio está enamorado de Magdalena y no puede ocultarlo, pero la competencia está muy complicada y necesitará hacer algo que termine conquistándola. Por esta razón decide llevarle serenata y ver su reacción.
Sin embargo, quienes salen a recibirlo son Armida y Lucila, quienes le dicen que Magdalena está con Fonchito.
Justo en ese momento llega Claudio y, para no perder la ida de los mariachis, decide arrodillarse y pedirle a Armida que se casen.