Armida está de regreso y fuera de peligro, por lo que la junta directiva de la aseguradora cree que lo más indicado es devolverle su parte de la empresa para seguir siendo socia. Sin embargo, ella cree que lo mejor es renunciar a todo para empezar su negocio.
Por esta razón, decide que Lucila es más merecedora que ella para ser dueña de parte de la empresa y se despide de todos de una forma bastante emotiva.