La hija de Michael Jackson podría haber puesto fin a un período de casi tres años sin hablar con su madre, Debbie Rowe, después de que saliera a la luz que a la segunda le habían diagnosticado recientemente un cáncer de mama del que se operará en los próximos días.
Según el portal de noticias TMZ, la joven aspirante a actriz le habría enviado a su progenitora un escueto mensaje de texto para mostrarle su apoyo de cara a la inminente intervención quirúrgica, un sencillo "Te quiero" al que, sin embargo, pronto le seguirá un esperado reencuentro entre madre e hija una vez que Debbie salga del hospital.
Una de las razones que explicaría por qué las dos mujeres habían cortado todo tipo de vínculo comunicativo en los últimos tiempos estaría muy relacionado con el intento de suicidio de Paris en el año 2013, ya que según fuentes cercanas a la familia Jackson, Debbie habría intentado aprovechar la circunstancia para alejar a su hija de la influencia de su abuela paterna, Katherine Jackson, quien hasta hace poco era la tutora legal de los tres hijos del fallecido rey del pop: Prince, Paris y Blanket.
Pese a los diversos episodios de depresión que ha venido sufriendo la joven Paris en tiempos recientes, en la actualidad parece que la hija mediana de Michael Jackson afronta la vida con una actitud mucho más optimista y finalmente en paz con su pasado, lo que parece derivarse de una peculiar terapia basada en una serie de tatuajes ligados a la memoria de su legendario padre.
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"Me encantan los tatuajes porque aprecio el arte y, en el caso de los míos, tienen un importante significado personal. Donde antes tenía cicatrices y otros signos del odio que sentía por mí misma, ahora tengo dibujos adorables, que irradian creatividad, ingenuidad y madurez. Mi pasado siempre formará parte de mi ser, pero creo que la tinta me da la fuerza que necesito para cambiar a mejor, para seguir mejorando", escribía recientemente en su perfil de Instagram.
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