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La importancia de hidratarse cuando se realiza una actividad física

Luego de una práctica deportiva se puede llegar a perder hasta tres litros de agua corporal.

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Hombre tomando agua tras hacer ejercicio.
Foto de referencia: GettyImages

El adecuado consumo de líquidos como el agua antes, durante y después de realizar una actividad física es fundamental para la regulación de la temperatura corporal, la función cardiovascular y el rendimiento deportivo. El ejercicio periódico beneficia la salud física y mental; pero cuando no se repone el líquido perdido se produce un estado de deshidratación que compromete el funcionamiento del cuerpo humano.

Para Luis Suarez, vocero de Agua en Caja Colombia, una propuesta de consumo responsable que cuenta con un envase eco-amigable hecho en un 74% de cartón:

El agua natural es la bebida idónea para hidratarse durante la práctica de un deporte o al realizar una actividad física, por su pureza, por ser microbiológicamente sana y por mantener una composición mineral constante

Según el ambiente donde se realice el ejercicio, la temperatura, la humedad, la intensidad y hasta el tipo de ropa que se utilice se puede llegar a perder desde 0,3 hasta 3 litros de agua corporal. Hidratarse correctamente permite mantener el equilibrio en el cuerpo, ya que, durante este tipo de actividades físicas, la energía empleada se descarga en forma de calor y gracias a la evaporación del sudor en la piel, el cuerpo es capaz de mantener la actividad muscular sin producir una excesiva elevación de la temperatura.

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Los principales síntomas de deshidratación cuando se realiza una actividad física son: sed, cansancio, debilidad, taquicardia, calambres musculares, somnolencia, vómitos y orina limitada y de color oscuro. En la mayoría de los casos, sólo se toma agua cuando se tiene sed y durante la práctica deportiva resulta habitual que sea ingerida de forma rápida; pero esto es un error, lo recomendable para este tipo de casos es hacerlo de forma lenta y en pequeños sorbos.

Para conservar el equilibrio del agua en el cuerpo de manera constante, evitar la deshidratación y mantener el rendimiento, The American College of Sports Medicine (ACSM) recomienda tomar líquidos, de preferencia agua natural, en las siguientes cantidades durante la actividad física:

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Antes del ejercicio: 500 mililitros (ml), 4 horas previas a la actividad, o de 3 a 5 ml por kilogramo, 2 horas antes.

Durante el ejercicio: de 400 a 500 ml por cada hora de actividad, o 150 ml cada 20 minutos.

Después del ejercicio: alrededor del 150% del peso corporal perdido.

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