Ahora que su carrera por fin comienza a despegar a nivel internacional, el actor William Levy no puede evitar acordarse del negro futuro que le auguraron muchos directores y productores cuando desembarcó por primera vez en Estados Unidos.
"Al principio de mi carrera... Mucha gente creerá que las cosas se me dieron fáciles, pero no fue así. En los primeros castings a los que me presenté no me dieron los trabajos. De hecho, me decían que no iba a trabajar nunca como actor por mi acento cubano. De vez en cuando sí me sentía discriminado por mi acento, las puertas se me cerraban. Pero me mantuve siempre positivo", relató el intérprete a People En Español.
Sin embargo, William nunca se dio por vencido y ahora atribuye a su fuerza de voluntad el haber logrado hacerse un hueco en la meca del cine.
"Me tuve que ir a Los Ángeles a estudiar un año y medio. Estuve allí estudiando y preparándome hasta que me sentí listo. Y entonces regresé a Miami a trabajar", añadió.
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Pero a pesar de todos los años que ha pasado lejos de su tierra natal, William aún conserva nítidos los recuerdos de su infancia, especialmente el de la primera ocasión en que probó el alcohol.
"Yo tenía nueve años, estaba en Cuba y fuimos a un lugar que se llama La Costa. En aquel tiempo había algo que se llamaba vino espumoso, y era como dulce. Tenía nueve años, pero yo vi un vaso que estaba ahí y veía a todo el mundo bebiendo tan animados... Cuando lo probé estaba tan rico, tan dulce, que acabé terminándome la botella entera. Me tomé todo eso y me acuerdo como si fuera ayer. Cogí una clase de mareo, yo miraba a todos lados", revelaba al programa 'Hoy' de la cadena Televisa.
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