Aunque hoy en día puede presumir de unas envidiables curvas que le han convertido en todo un icono en la meca del cine, la colombiana Sofía Vergara tuvo que luchar en los inicios de su carrera contra la concepción que, a finales de los 90, la industria del espectáculo tenía del ideal de belleza femenino. Por eso, la protagonista de 'Modern Family' no dudó en rechazar tajantemente la propuesta de pasar por el quirófano para reducir sus proporciones y el tamaño de su busto, una idea que entonces parecía imprescindible para triunfar en el mundo del celuloide.
"Cuando llegué a Estados Unidos a finales de la década de los 90, pasé de ser una modelo que triunfaba por sus atributos físicos a una actriz que no encontraba trabajo porque estaba demasiado 'desarrollada'. Traté de adelgazar bastante para amoldarme a los requerimientos de las audiciones, sobre todo porque no cabía en los vestidos que tenía que ponerme para participar en el casting. Pero me negué en rotundo a operarme para cambiar mi cuerpo, aunque me dijeron que con ese pecho sería imposible hacer carrera aquí. Me alegro de haber ayudado a cambiar las cosas", confesó la estrella televisiva a la revista Women's Health Magazine.
A pesar de que algunos de sus más leales seguidores han advertido en los últimos meses que la diva sudamericana ha perdido peso y que, por tanto, podría arriesgarse a desprenderse para siempre de una de sus grandes señas de identidad, Sofía no deja de insistir en que está muy orgullosa de su voluptuosa figura y en que todo se debe a los buenos genes recibidos de su "afortunada" familia.
"La verdad es que solo puedo decir que trato de comer sano y de hacer mucho ejercicio, ya que con la edad ya no puedes confiar únicamente en la biología. En general no puedo atribuirme el mérito de tener un cuerpo como el que tengo, porque vengo de una familia con una genética muy afortunada y nunca he tenido problemas a la hora de mantenerme en forma. Mi metabolismo siempre ha sido muy rápido y por eso no he padecido problemas de sobrepeso", apuntó la artista en la misma conversación.
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Pese a que su impresionante físico -junto a su innegable sentido del humor- ha sido esencial a la hora de forjar su carrera televisiva, la popular intérprete reconoce que nunca ha dado especial importancia a la belleza superficial y que, por tanto, desde pequeña se ha sentido muy cómoda con su cuerpo y con los comentarios que siempre ha suscitado entre los demás.
"No sé, me imagino que he tenido la suerte de no sufrir ningún contratiempo en este sentido. Nunca he tenido que esforzarme demasiado para perder algunos kilos o solucionar los efectos del acné adolescente. Creo que, como mujer latina, siempre me he sentido agradecida y cómoda con lo que Dios me ha dado y nunca me he obsesionado con la idea de lucir perfecta. No suelo prestar atención a todo lo que se dice sobre mi apariencia", aseguró.
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