Aunque en 2012 le diagnosticaron un trastorno bipolar que le obligó a suspender la gira en la que se encontraba inmersa, la cantante Sinead O'Connor ha puesto ahora en tela de juicio la autenticidad del diagnóstico, ya que desde su punto de vista sus problemas de salud se debieron a cierta "gente horrible" de la industria discográfica más que a unos supuestos problemas mentales.
"Tuve que dejar la gira por razones legítimas. No me encontraba bien debido a la medicación que tomaba para tratar una enfermedad que no sé si realmente he padecido alguna vez. Sufrí una reacción a los medicamentos. Hay gente en este negocio que hace que todo sea horrible. Nunca he visto nada parecido, es verdaderamente repugnante. Lo peor de lo peor", se sinceró la intérprete en el diario The Sun.
Tras el desagradable episodio que vivió hace dos años, Sinead está lista para volver a hacer las delicias de sus admiradores con su próximo álbum 'I'm Not Bossy, I'm The Boss', cuya producción ha sido la mejor terapia posible para la irlandesa.
"Mi enfermedad fue la clase de cosa que te hace querer tirarte de un tejado. Creo que si no me hubiera vuelto a enamorar perdidamente de la música no habría podido superarlo", añadió.
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Además de para superar una grave crisis personal, el proceso de composición del que será su décimo disco le ha servido como medio para criticar los aspectos que más le desagradan de la industria musical.
"En el negocio de la música a los artistas se nos trata como si trabajásemos para la gente que en realidad trabaja para nosotros", finalizó.
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