A pesar de la dureza de su personaje, un hombre que es abandonado a su suerte por su propio hermano en un lugar remoto de la geografía australiana, Robert Pattinson no dejó de disfrutar ni un momento durante el rodaje de su nueva película, 'The Rover'. De hecho, el actor aprovechó al máximo las oportunidades que el proyecto le ofrecía, a pesar de no poder llevar una dieta normal y de tener que sobrellevar las incomodidades del desierto.
"Todo el mundo me pregunta sobre las horribles condiciones en las que estábamos. Pero en realidad a mí me pareció bastante agradable. Me gustó. El paisaje es increíble y precioso. El pueblo estaba en el desierto, a nueve horas de Adelaida. No había nada que hacer, solamente teníamos un bar. Eso era todo. Literalmente, comí pan y salsa barbacoa todos los días durante seis semanas", reveló Robert a la revista Time Out.
Aunque las dificultades que el rodaje de la cinta presentaba no impidieron que el intérprete estuviera relajado en el set de rodaje, Robert Pattinson no pudo evitar sentir la misma ansiedad frente a la cámara que al principio de su carrera.
"Mi mayor problema cuando actúo es paralizar la ansiedad, especialmente en los castings. Desde 'Crepúsculo' he intentado evitarlos, quizá haya hecho solamente tres. La mera idea de estar en una competición me supera", aseguró el actor.
Publicidad