La carrera de Hugh Jackman podía haber seguido un rumbo muy distinto si en 2002 hubiera aceptado la jugosa oferta de convertirse en el nuevo 007, un papel que finalmente fue a parar a manos de Daniel Craig.
"Estaba a punto de rodar la secuela de 'X-Men' y recibí una llamada de mi agente preguntándome si estaba interesado en ser James Bond. En aquel momento me parecía que los guiones se habían vuelto demasiado irreales, demasiado locos, y en mi opinión necesitaban ser más realistas y crudos. Pero me respondieron que yo no tendría ni voz ni voto, que lo único que tenía que hacer era aceptar el papel. También me preocupaba que entre Wolverine y James Bond, no me quedara tiempo para hacer nada más", explica el actor en una entrevista a Variety.
Cuando los productores encontraron a su nuevo espía británico y relanzaron la franquicia con 'Casino Royale', lo hicieron presentando a un Bond mucho más humano, atormentado por su pasado y su lado más oscuro, lo cual era irónicamente el giro que Jackman había propuesto darle a la historia.
Por otra parte, en el momento en que rechazó esa oferta el actor tampoco buscaba ponerse al frente de una nueva saga de acción al ser consciente de que podía acabar encasillándose.
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"Siempre he intentado hacer cosas diferentes. Pero es cierto que hubo una temporada, entre la tercera entrega de 'X-Men' y la primera de 'Wolverine', en la que las ofertas que me llegaban era cada vez menores. La gente quería que siguiera dando vida a ese tipo de héroe en concreto, y empezó a resultar claustrofóbico".
Por: Bang Showbiz
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