El cantante Pablo Alborán ha decidido matar dos pájaros de un tiro y aprovechar su primera gira por Estados Unidos para que su familia pueda conocer los lugares más emblemáticos de algunas de sus ciudades más importantes -incluyendo Nueva York, Orlando, Miami, Los Ángeles y Washington D.C.-, aunque desgraciadamente él no va a poder acompañarles en sus excursiones.
"Lo más seguro es que ellos se vayan por ahí de turismo mientras yo estoy trabajando, pero no pasa nada. Este es un momento muy importante y estoy deseando compartirlo con ellos", reveló el malagueño a Billboard desde Los Ángeles.
A pesar de la apretada agenda que tendrán debido a sus conciertos y a la promoción de su disco 'Terral', Pablo se alegra enormemente de poder contar con su familia mientras se encuentre en Estados Unidos.
"En cinco años han cambiado muchas cosas, y todavía me cuesta hacerme a la idea. Pero las cosas que me hacían feliz antes -pasar tiempo con mi familia y amigos, pasármelo bien mientras trabajo, estar con la gente a la que quiero- siguen siendo las que me hacen genuinamente feliz. Más que cualquier otra cosa", añadió.
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Precisamente fue de su madre de quien el artista heredó su espíritu extremadamente autoexigente, aunque con el paso del tiempo ha tenido que aprender a moderarlo por su propio bien.
"Mi madre y mi hermano son como yo. Pero si hay algo que he aprendido desde que empecé es a no ser tan duro conmigo mismo y a ser menos sensible. Antes las cosas me afectaban profundamente, y ahora intento decirme a mí mismo: 'Todavía te queda mucho por aprender, vamos a trabajar más duro'".
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