Aunque el roquero Ozzy Osbourne espera que aún le queden muchos años por delante para seguir disfrutando de su familia y tocando con su banda Black Sabbath, ya tiene claro que, cuando le llegue el momento de pasar a mejor vida, quiere que el mundo le despida al ritmo de una canción de los Beatles.
"Todavía necesito unos años para pensarlo bien, pero probablemente pida que pongan 'A Day In the Life' del álbum de los Beatles 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' o alguna del disco 'Revolver'", asegura el intérprete a la revista NME, descartando radicalmente la idea de que en su funeral suenen sus propias canciones.
"Ni de broma quiero que suene mi jodido álbum de grandes éxitos, nunca he escuchado esa mierda, me da demasiada vergüenza. Y sin duda no quiero que suene una canción feliz, porque estaré muerto".
El gesto del roquero de elegir las canciones de la banda de Liverpool para su último adiós representa la importancia que su música tuvo en su vida, convenciéndole de que su destino era escapar del barrio obrero en el que vivía junto a su familia y convertirse en una estrella del rock.
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"Vengo de las calles de Aston, en Birmingham, y ese no era un lugar muy acogedor en mi infancia. Solía sentarme en el umbral de la puerta y pensar: '¿Cómo voy a conseguir salir de aquí?'. Y un día escuché en la radio la canción 'She Loves You' y me cambió la vida. Mi hijo siempre me pregunta: '¿Cómo se vivió en aquel momento el fenómeno Beatle?'. Y lo único que puedo decirle es: 'Imagínate irte a la cama en un mundo y despertarte en otro tan diferente y apasionante que te sentirías agradecido de estar vivo'", explica.
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