La entrada de las hermanas Kardashians en la exclusiva zona residencial de los Hamptons (Nueva York) parece haber comenzado con mal pie, ya que al enfado de los vecinos ante el previsible revuelo que causará la mediática familia con la grabación de su nuevo programa de telerrealidad, 'Kourtney & Khloe Take The Hamptons', se suma ahora el descontento del sector servicios ante la poca generosidad de Kourtney a la hora de pagar la cuenta.
La primogénita del clan consiguió enfurecer a los camareros del restaurante The Driver's Seat, en Southampton, al no considerar necesario dejar una propina para el personal del local después de disfrutar de un almuerzo gratuito el pasado viernes.
"Los empleados de la zona son personas trabajadoras que tienen que apoyar con sus salarios a sus familias, y para ello se apoyan en las propinas de los veraneantes", declaró una camarera a la sección Page Six del periódico New York Post.
Por el momento Kourtney no parece haber encontrado ningún restaurante que se ajuste a las necesidades de una estrella televisiva de su relevancia, teniendo en cuenta que ese mismo día también protagonizó un desagradable episodio durante la cena en el Club Social de Southampton, cuando provocó el descontento entre el resto de comensales al pedirles que firmaran documentos aceptando ser grabados por las cámaras del reality.
Publicidad
"Al resto de clientes que estaban a su alrededor se les pidió que firmaran acuerdos, y lo cierto es que no se lo tomaron demasiado bien", aseguró una fuente.
Sin embargo, el representante de Kourtney -que espera su tercer hijo con su pareja Scott Disick- ha salido al paso de los comentarios, asegurando que en ningún momento se esperó que dejase propina en el restaurante The Driver's Seat, además de negar los rumores sobre la agitada cena.
Publicidad
"El almuerzo era una comida de cortesía, y producción dejó una generosa propina", aseguró un portavoz de la mediática estrella, para añadir justo después: "Y en lo que respecta a la cena, nadie tuvo ningún problema a la hora de firmar el acuerdo para consentir ser grabados".
Vista la polémica que rodea cada una de sus salidas, a las dos hermanas les queda al menos la opción de desplazar sus almuerzos sociales a la exclusiva mansión de 14 millones de dólares que han alquilado en primera línea de playa para los próximos meses, que cuenta con cinco habitaciones y una piscina climatizada, y por la que se calcula que los productores del canal E! habrán pagado cerca de 300 000 dólares.
Aparentemente, muchos agentes inmobiliarios de la zona se negaron a trabajar con el programa de telerrealidad porque temían enfurecer a los veraneantes y locales de los Hamptons, a quienes preocupaba que el desembarco de Kourtney y Khloé atrajera grandes multitudes, perturbando la tranquilidad y el tráfico de la zona.
Sin embargo, una vez más el clan ha vuelto a salirse con la suya, superando la oposición de sus nuevos vecinos y los problemas a la hora de alquilar una propiedad a la altura de sus expectativas, y las dos hermanas -en compañía de Scott, y sus hijos Mason (4) y Penelope (23 meses)- ya se encuentran disfrutando del idílico paraje, donde además planean abrir una nueva tienda de su línea de ropa Dash.
Publicidad